En el fondo de un jardín, detrás de la ciudad, hay un lago escondido. Tiene incluso una salida al río. Allí se han ido a jugar en secreto los amantes de las maravillas. Tres inmensos dragones chinos recorren el espejo de agua. Están hechos de globos de colores y brillan al sol. Hay quienes los montan y recrean fabulosas batallas. Los árboles y el secreto los cobijan y el naranja de la tarde los inspira. Feliz aquel que lo encuentre.

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