Los textos de los Arraníes se dividían en dos clases: los de escritura nináloga y aquellos escritos en ramadeo. Los Callapíes en cambio tenían solo una forma de escritura emparentada con los pictogramas de los Anaquetíes, que tenían un origen común con los Poctos de Amanecea. Sin embargo los historiadores no han podido establecer si el silabeo triple de los Yuríes era de orígen Otomí o Zincal. La interacción de las vocales con ciertos chasquidos emitidos con los labios fue cuidadosamente investigada en tiempos de la ocupación Minoíta sin obtener grandes resultados. Finalmente los Yutras que los conquistaron impusieron una tradición de relatos orales y todo el conocimiento acerca de la escritura se perdió. Mejor así.

MONSEÑOR RAMÓN ARÁOZ-GUADALAVERJA, 1599
LAS LENGUAS EN LA TROPICALIDAD, CODEZ SUR, LIBRO SEXTO

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