El incierto camino hacia la libertad es un mar plagado de las más oscuras peticiones del alma. La santidad no nos incumbe ni la arrogancia nos asusta. Somos como criaturas que nunca existieron, miríadas de estrellas ya muertas. El fracaso de la creación. Ante las desesperadas y frágiles esperanzas de los cobardes solo respondemos con desdén. Inculcamos en nuestros hijos la aberración de la suspicacia sin entrenarlos en el arte de matar. ¡Ay de nosotros pequeños pordioseros, mendigos desterrados y odiados por los dioses! Solo el hambre y el fin calmará nuestras ansias de morar en los senos de la beatitud.

ANXIA DE MORAES, 1123 "LÁGRIMAS PIADOSAS" CODEX VIII BIBLIOTECA URANUM, MARSEI

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