Un día le preguntaron a la doctora Romina Pagliaro su opinión acerca de algunas teorías acerca de la indivisibilidad del orden material. La doctora contestó:

"La integración de diversas unidades energéticas en un mismo espacio está sujeta a la disponibilidad de algo que podríamos denominar como el fermento de la totalidad. Un eje cardinal a través del cual se dirimen las tendencias opuestas observadas entre lo potencial y lo emergente. Desvincular ambas sustancias de su origen inmaterial es como intentar rebanar un pan con un dedo. La vitalidad creciente de los campos actuantes se renueva con cada nueva interacción. Las hebras del infinito se tejen en lo que los humanos llaman destino. Sin embargo no existe tal cosa como lo imaginamos sino que son copias polares, cálculos de posibilidades que se reproducen como espejos incesantes que se replican a sí mismos. La formación de espacios eventuales en los que colapsan millones de células, órganos, cuerpos y sistemas está dada por su propia interrelación basada en una equivalencia de carácter híbrido en la cual los procesos quedan imbricados a tal nivel que solo tienen como salida a tanta presión su propia destrucción. De todas maneras, tal rotura del paradigma material es solo una apariencia -una más de infinitas ilusiones- ya que al romper la trama de sus núcleos básicos, los mismo se reintegran a un orden dado que actúa como una matriz candente y formadora. La intención del gran espacio circundante es la de ser llenado con su propia destilación de luz, o sea con vida.
Aquí la formación de una naturaleza de orden relativamente compleja queda librada al arbitrio de las circunstancias dadas por la leyes comprendidas. Esto es en parte debido a la imposibilidad de actuar en forma arbitraria dentro del esquema implementado. La realidad como tal se mueve de tal manera que no existe un solo sentido para ella desde el punto de vista utilitario asociado a la experiencia humana sino que debe ser entendido dentro de los parámetros de una integración muchísimo mayor, podríamos decir de orden cósmico. Ahora bien, ¿De qué se trata este ordenamiento? ¿Es acaso un capricho de la voluntad celeste? ¿Un error de cálculo de Dios? Pues bien, los antiguos brujos encontraron una respuesta que incluía a su vez un nuevo interrogante: ¿Tenemos alguna clase de propósito dentro de un marco que parece tan amplio pero es a su vez tan certeramente estrecho?, o dicho en palabras más simples: ¿Vivimos dentro de una cárcel que nadie construyó pero que lucha por mantenerse a sí misma y dentro de ella a nosotros presos?
Sabemos por las escrituras de diversas religiones que el tiempo ha sido quebrado en el sentido lineal en más de una ocasión. Cada pequeña o gran catástrofe interrumpe el orden establecido y forma una nueva cadena de acontecimientos de índole desconocida."

Luego de esto, la doctora cayó al piso fulminada por un rayo que atravesó el salón y dio en su pecho.

ANNA DE KARR, 1956 "ENSAYOS SOBRE LAS POSIBILIDADES CIERTAS DE LA CONVERSIÓN AXONOMÉTRICA DE LA MATERIA" (Ed. Silis)


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