"El ciclo de la
consumación constante de ficciones soñadas y creídas como válidas y certeras
por la ciencia y las religiones ha dado como resultado el curioso caso de que
los acólitos a la fe de la salvación se reúnan mucho y con fervor a soñar por
un futuro improbable bajo un lema inconsistente con el objeto de inhabilitar el
pasado mediante la panacea de un presente cuyo único motivo es el de seguir
deseando y pidiendo por un porvenir difuso y neblinoso que aquellos que acaso
llegaran a conocerlo y vivir para contarlo, se perderían probablemente en la
imposibilidad, la tenebrosa oscuridad y la esperanza en algo o alguien que
realizando un acto heroico o divino, los salve de hoy y para siempre de la
miseria, la alucinación y la falta de propósito y si bien no sé como será el
mañana, es casi seguro que no será en absoluto el paraíso que imaginan."
LICIANA TERZIO, 1922 “CARTAS A
MÍ MISMA” (Ed. Folly)