Los celos son como alacranes dormidos, inertes y acuclillados, pasajeros de almas turbulentas. A veces despiertan y nos inyectan su mortal veneno llamando al éxtasis del dolor. Pequeños y llameantes, derraman su cruel néctar en nuestras venas emocionales. Luego se van como vinieron, en silencio y a hurtadillas. Nos relaja su ausencia y el olvido ayuda a mitigar el vacío. Pero los escorpiones han dejado sus huevos, futuros núcleos de desgracias por venir, silenciosas y ocultas fantasías de destrucción y muerte. Habitan el espacio húmedo de la soledad en penumbras, duermen sus siesta sin tiempo hasta el sonar de las trompetas que llevan al repentino despertar y mucha hambre. Ojos como muecas negras, labios tan amargos y mortíferos como agujas de hierros oxidados y voracidad, inmensa voracidad, ganas de comerse todo, de ingerir, digerir, convertir en otra entidad, destruir lo creado, desgarrar el alma con los pesados ácidos de la descomposición. Vienen para quedarse nos cantan las canciones del fango y la sombra. Y nosotros, pequeños mortales con ansias de amar, sucumbimos al encanto de la enajenación y el destierro.
LAURA AMADO-LESTTAT (2010) "Insanidad y despojos" (Editorial VESPA-LUCENA) Colección: Poética de las desgracias.
LAURA AMADO-LESTTAT (2010) "Insanidad y despojos" (Editorial VESPA-LUCENA) Colección: Poética de las desgracias.