Cuando desperté sentí que una presión en el pecho tan intensa que no pude dejar de pensar que estaba siendo abducida.
Ahora, miro la tierra desde esta ventana y creo que no me equivoqué

LARS OSMEN, 1989, LOS DELIRIOS DE LA FOCA SIN TIERRA, ED: TRANSHUMEN

Entradas populares de este blog