Acerca de si la cartomancia es o no una ciencia, debatían los doctores Bonilla y Espalter y Carlos Enramada en la cocina del hotel Timpón que los alojaba con motivo de la vigésimo cuarta conferencia de Endocrinología. Cosa curiosa resultaba ver a estas dos eminencias discurrir con tan poco tino sobre cuestión semejante, en especial si se piensa que ambos habían bebido quizás en exceso del buen Chardonnay con el que invitaba la casa.
La conclusión sin embargo la balbuceó Bonilla y la grabó en su mp3. Escuchemos: "-Cartomancia es como un agujero en una túnica, es un conducto sin hilos, una disposición azarosa pero organizada de modo tal que las variables no pueden ser halladas sino dentro de la falsa lógica inherente a este tipo de cuestiones. Por lo tanto declaro a la cartomancia un engaño"
Un mozo que pasaba cerca escupió en la cara al doctor y luego se suicidó con un cuchillo de cocina.
Fue arrestado Bonilla por homicidio culposo ya que nadie creyó que fuera otra cosa que un asesinato, en especial luego de encontrar cartas de tarot en los bolsillos del mozo. Enramada declaró que debido a su estado etílico no recordaba nada.
Meses después una tarotista del sur de Nueva Granada leyó las cartas a una dama de nombre Gagaína a la cual informó que debía irse a otro pueblo pues el fantasma del doctor Bonilla y Espalter la andaba buscando.

CARLOS RUIZ-ESPECHE, 2004 "LOS AÑOS DE LA CRUCERÍA" Ed. Pana-Terra

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