Efímero, liviano, sutil, ingrávido y también espeso, oscuro y rocoso. Níveo, resplandeciente y frugal en el mundo de lo iconico, bi-dimensional y certero. Novedoso, ávido, medido y ondulante para una perfección ácida, arremolinada y fría. Cálido, vibrante pero perdido y solemne. Sabroso y duradero a pesar de ser vano, pasajero y futil. Inmenso y enjuto. Lágrimas y rictus. Sereno y eléctrico, hijo y padre o padre e hijo. Algo sucedió en el espacio amplio de la totalidad y cada quien hizo sus cuentas.
La lámpara de sol encendida en un estado de para siempre aparente se deshace de a poco.
La lluvia que cae desde los cielos a la boca puede ser también una llave para inferir como es arriba, en sus nubes natales de donde nos traen los mensajes de su prístina recurrencia.

OMAKI KANIMOTO, 2002 "LA FUENTE ESTRELLA" (Ed. Aniko Press)

Entradas populares de este blog