La nave se paró
Detrás de un poste
Y el hielo derritió
tu rostro dulce
Te sientes sin dolor
Oscuro resplandor
Un pacto entre los
dioses
Eras un águila
Rica y costosa
De trato especial
Escandalosa
El rayo alrededor
Jugando a ganador
Te vuelas sobre una
alfombra
Ya no reces a tus
brujas con capuchas
El piso triangular y
tu afición al mar
Encantos desenterrados
Está triste el campeón
Más no se nota
Y como un camaleón
En la derrota
Se echa para atrás
Detrás del antifaz
Ardientes manos de
lava
A cabo de un ciclón
Se intensifica
Perfume de pasión
Electrifica
El cuento de un amor
Se arrastra tras un
sol
Un podio para tu chica
La galaxia siempre
expande sus efluvios
El juego ganador, tu
risa en un clamor
Las cartas sobre la
mesa
¿Porque te quieres mal?
Tu precio es alto
Ese olor animal
Pegando el salto
Y borras con tu voz
Las huellas de tu Dios
El arpa ensangrentada
No te alteres, soy tu
ángel, no me esperes
Contando desde ayer en
que te vi caer
Naciendo entre
lamentos
La simple gravedad
De tu colmena
Te vuelve a guiar
Hacia tu pena
Amargo despertar
Permiso para amar
Mercurio encadenado
La tinta se cayó
En aguas claras
Y luego derramó
Lágrimas vanas
Sin grises para ver
Alguna opción a ser
La reina de la fortuna
Roban almas y las
venden en subastas
La pieza de la verdad se
juega sin equidad
Las fichas siempre
selladas
Se mueve el electrón
Entre dos puntas
No otorgas la razón
Ni hoy ni nunca
El vuelo del retador
Se inflama entre el
color
Violeta y púrpura
claro
Y no dejas crecer
A tus raíces
Un francotirador
No cree en grises
Ni bien te echas a
andar
Al ciclo sin igual
La noche viste de luto
Con tu juicio descarriado,
mar de ausencias
un búho interrogador,
ríe con falso pudor
El canto a la
inocencia.
EL CANTO DEL AYER Letra y música LOS DRAGONIANOS
(Emilio Zatec & Victoria Mannera) DistriRecords, 2005