Ojos marítimos
Van destellando
Hijo ilegítimo
De tu agonía
Perfume del ayer
Sin desaparecer
Los altavoces sonando

Esa velocidad
Te favorece
Espías la ciudad
Que languidece
Ángel de destrucción
Piadosa redención
Que mata cuando atardece

Tu figura resplandece, piel oscura
Mareada entre el pavor, pasas del sueño al terror
Locura que todo lo cura

Y desde el púlpito
Un rostro ríe
Entre el público
Que desconfía
Barajas de ocasión
Preparas tu función
La multitud enloquece

La clave del portal
Entre protones
Estrella mágica
De cinco puntas
Las pistas para armar
Tu autopsia neuronal
Explotas ahora o nunca

Las turbinas, maravillas, iluminan
Señuelos de la razón, inducen a la traición
Perfiles magnetizados

Cuerpos eclécticos
De azufre y hierro
Brazos prostéticos
Que como arañas
Escalan sin cesar
La gran torre del mal
Devoran tus entrañas

Horrores clásicos
Minimalistas
Sueños parásitos
En las hogueras
Sientes el estupor
La trampa del dolor
Acorazados de hierro

Llueven sobre altamar
Tus ilusiones
Cayendo hasta matar
Tu impulso inquieto
Te sientes desmayar
No sabes como actuar
Un grito ahogado en la noche

Y el maldito, omnipresente, pega un grito
Insistes en ensoñar, la trampa para atrapar
Carneros degolladitos

Buscas la bendición
De un falso obispo
Y cantas la canción
Esa que duele
Pestañas de exhibición
Carne de exportación
Ves las señales de humo

Al cabo de un temblor
Oyes la voces
Buscando el mal menor
Caes al pozo
Allí te espera Dios
El juego entre los dos
Arpones telecomando

Gritas fuerte, cuando invocas, San La muerte
El pájaro vuela al sol, te incendias con su calor
El ciclo de la serpiente

LA BALADA DE LA NOCHE MUERTA, Letra y música LOS DRAGONIANOS (Emilio Zatec & Victoria Mannera) DistriRecords, 2005



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