Salió de a poco de una bolsa un tanto arrugada y por lo demás común como cualquier bolsa. Asomó con cautela, un poco por timidez y otro tanto por prudencia ya que sabía de manera instintiva que su presencia producía un curioso efecto en los humanos. Lentamente asomó su gran cabeza hasta la altura de los ojos y así alcanzó a mirar por encima para descubrir un mundo nuevo. Podría pensarse que estaba seguro de la impresión que iba a causar, pero no, el pequeño poseía la inocencia suficiente para mirar sin lastimar y dejarse agarrar sin perder su forma. Era de color marrón claro, y clara era su mirada, los ojitos redondos y libres. Suavemente se dejó tomar en manos de aquellos bípedos gigantes que cubrían sus cuerpos con implementos de colores y pisaban con sus pies enfundados. Miró con la transparencia de su raza y vio sonrisas, sinceras y llanas, limpias como vertientes de un magma cristalino del que nacen los sentimientos genuinos. Ese era el espejo, el sello de su presencia...
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Mostrando entradas de junio, 2014
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A veces el cielo se abre y detrás de la cortina celeste se puede llegar a ver, detrás de aquella fisura, el infinito ardor de la tempestad. Un negro tan intenso que quema los ojos. Estrellas que de tan vivas nos sacuden como un helado escozor. Hay allí, en el misterio y la lejanía, tanta vida sumergida en el éter que se expande, que con solo vislumbrar una porción de su potencia, uno queda como espectador silencioso y creyente, entregado a la experiencia de la contemplación. Un espectáculo inesperado, un manto pintado por mil pintores del Renacimiento, una copa transparente que resuena en do sostenido inundando el espacio con una vibración de metal claro y madera oscura. El circuito de una espiral inmensa gira sobre su eje fundiendo materia oscura con fotones en una misma sustancia, que como brea blanca unta los intersticios del cosmos. Cada explosión era como un lamento y a cada luz fulgurante venía asociado un llanto alegre como de éxtasis. Soñando dentro del sueño pensé ...
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Huelo el miedo a la distancia Trazas de mi maldición Un olor a fresca sangre Viaje de transformación Un juglar en mi bolsillo Me atormenta con su voz Un rugiente fierecillo Que se acuesta entre los dos Siento el hocico frío Mi pelaje es seductor Ardo atravesando el río Las corrientes del amor Cambio mis ojos por fuego Mi columna va a estallar Todo va a empezar de nuevo Aún tengo ansias de matar Es de noche y todo brilla Dejo huellas al pasar Si algún día vuelvo a ser hombre Juro que te voy a amar Nieve derretida es agua Calma mi desolación Es la luna que me arrastra Hacia la transmutación LOBOHOMBRE, Letra y música LOS DRGAGONIANOS (Emilio Zatec & Victoria Mannera) DistriRecords, 2005
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En mi sangre fluye un gen traidor Hijo de la rebelión Un farsante signo de la luz Alquimista del placer Solo y solo y solo Viajo en mi barca de neón Solo y solo y solo Voy naufragando en el sol. A través de las mareas de cristal Ya sin remos ni timón Un fragmento de la eternidad Incrustado en mi corazón Solo y solo y solo Viajo en mi barca de neón Solo y solo y solo Voy naufragando en el sol. El cielo es un bosque de algodón Un tejido sideral Busco tus ojos en cada embarcación Mezcla de miel tibia y carbón Solo y solo y solo Viajo en mi barca de neón Solo y solo y solo Voy naufragando en el sol. Vive en mí un gen explorador Condenado a viajar Con su brújula hechizada de amor A perderse en la inmensidad Solo y solo y solo Viajo en mi barca de neón Solo y solo y solo Voy naufragando en el sol. GEN TRAIDOR, Letra y música LOS DRAGONIANOS (Emilio Zatec & Victoria Mannera) DistriRecords, 2005 ...