"Arrear vacas no es una actividad que implique necesariamente un desgate emocional" Con estas palabras, el ingeniero Soltendi de la Universidad de Prada, refutó las dichos del eurodiputado Cavallino Ángora que pidió que se indemnice a los granjeros de la localidad de Sannatole por "daño lesivo y maltrato psíquico". El entredicho puso de manifiesto las diferencias entre los políticos y los expertos en relación a cuales actividades serían noscivas para el ser humano. No se descarta la intervención de la Corte Suprema.
La sensación era que las aspas de aquellos molinos estaban afiladas como navajas finlandesas. Giraban a gran velocidad movidas por el viento sirio y en su furioso rodar a miles de kilómetros por hora parecían cortar el escaso aire en partículas pequeñas y delicadas como esquirlas de metal pulido. Entre el fuego la memoria de los presentes se hacía borrosa. Las llamas ascendían en círculos crepitando y desgarrando la humareda verdosa y púrpura espectral. Era un fuego vivo que revivía viejas heridas, punzantes olvidos guardados en el pasado del olvido. Cada flama era como una inyección en las córneas, un alumbramiento doloroso a la luz del momento y a la lúcida percepción de la frontera de los elementos, el límite material que separa para dejar espacio al necesario resplandor adyacente que hace de invisible colchón entre los seres y los objetos. Al crecer aquella fogata arremolinada y salvaje, buscando su alianza con las estrellas para volver a ser uno con la esencia de sí mismo, de...